martes, 1 de septiembre de 2009

“Si pudiera dar marcha atrás… Jamás hubiera aceptado ese
trabajo. ¿De qué me sirvió ascender de puesto si con ello conseguí perderla?
Maldita ambición. Estoy obsesionado… Sigo recordando esos paseos por la playa,
su mirada, su cuerpo, su cara, su sonrisa… Qué sonrisa… Pensará que soy un
cretino. Seguro que no me ha perdonado que saliera de su vida y la echara de la
mía de esa forma tan desastrosa. ¿Qué le diría si la tuviera al lado? Qué tonto
soy… ¿Por qué me estoy haciendo estas preguntas? Sin duda sigo enamorado… Le
diría que sigo amándola como el primer día. Que no ha habido ni un solo segundo
en el que me haya olvidado de ella, que sigue siendo lo único que me importa de
este mundo y que adoro dormir, porque sé que cuando cierre los ojos ella estará
en mis sueños y me sonreirá como siempre lo hacía.”